Podrán pegarme mil palizas y llamarme lo que quieran. Podrán
decir, y eso hacen, que me acosté con toda la ciudad mientras estaba contigo y
que te utilicé. Podrán decir mentiras e inventarse cosas, podrán cuadrar esas
farsas en tiempo y espacio e incluso dirán que un/a amigo/a ficticio me delató.
Podrán ponerme en situaciones comprometidas y obligarme a admitir algo que no
he hecho…
… podrán pensar todos mis amigos y conocidos que te fui
infiel, pero lo que más me duele, más que una hostia de cualquier amiga tuya,
es que eso lo pienses tú.
Porque si no confiabas en mi no haberme besado jamás, no
haberme dicho que me querías, que lo único que estás haciendo ahora es joderme
la vida y hacerme dar cuenta una vez más de que no te mereces todo lo que luché
por ti.
Que te vaya bonito, que jamás vuelva a verte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario