Es curioso cómo cambia todo con una serie de palabras.
Estás muy a gusto, tranquilamente en el ordenador, hablando
con distinta gente y atendiendo a las tonterías de siempre, cuando alguien saca
un tema de conversación que no querrías haber sacado. Los momentos siguientes
son decisivos, primero el dolor en el pecho, que pasa rápido pero deja un sabor
raro en el corazón. Entonces, lo más difícil son las palabras que vienen a continuación, y sobre todo si eliges decir la verdad o mentir.
Tras terminar la conversación de manera victoriosa o
sintiéndote derrotado, suspiras hondo y dejas tu mente volar. Piensas en lo que
acabas de decir, en si habrás hecho bien o mal, pero sobretodo piensas en la
razón de esa tristeza que te ha invadido por sólo unas palabras, piensas en esa
persona.
Es esa sensación de escalofrío, de adrenalina por llamarlo
de alguna manera, es por mi masoquista corazón y para que sepan que nunca
olvido. Esta es una de las razones por las que tengo cuenta en el ask
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