27 de noviembre de 2011

27

Y pasó el tiempo, y ese día que un año llevaba esperando llegó; y con él mil y un recuerdos de tiempos pasados, heridas que parecían no haber sanado, lágrimas que aún quedaban por derramar.

Y sin embargo me sentí muy feliz y aliviada, como si me hubiese quitado un gran peso que llevaba a mi espalda. Supongo que fue como una prueba para mí misma, un día que me demostró que había conseguido superar los obstáculos que la vida había puesto en mi camino.

Te felicito, sin embargo. Los hechos son los hechos y este domingo hizo un año de la primera vez que te besé. No tengo nada que ocultar, ni a ti, ni al mundo ni a nadie. Te amo, te sigo amando como la primera vez que te lo dije, y podrá llover y tronar, podrá extinguirse toda esperanza en mi corazón que ese sentimiento nunca cambiará.

Estaré siempre a tu lado, aunque no te des cuenta, pensaré en ti cada segundo de mi vida y rezaré a mil religiones con la esperanza de volver a tenerte entre mis brazos.

#27

22 de noviembre de 2011

Destino

¿Casualidad o destino? Alguna gente piensa que es lo mismo, pero dicho de diferente manera, que si se diferencian en algo son simples matices o que cada hecho es único y no debe llamarse de ninguna de las dos maneras.

Otros hablan del karma, diciendo que el acontecimiento en cuestión ha sucedido como consecuencia de otro realizado anteriormente, como si se tratase de una recompensa para bien o para mal de tus acciones. Aun así, el karma es un tema muy extenso del que no puedo hablar, y si creo o no en él, desde luego puedo ver que no se ha llevado a cabo en mi vida.

Volviendo a la cuestión principal, si tuviese que decir qué me parece más verídico, diría que el destino. La verdad, considero muy triste pensar que todo es casualidad, que los sentimientos podrían no haber surgido solo por una decisión casual, que incluso las personas que más nos importan, podrían nunca haber aparecido frente a nuestros ojos…

Por eso y mucho más, sin duda: destino.

19 de noviembre de 2011

Recuerdos

Recuerdo a mi primer novio. Lo elegí con mucho cuidado, no quería equivocarme. Por aquel entonces yo creía en el amor eterno y todas esas cosas que Disney nos hace pensar que existen. Ahora, me parece igual de irreal pensar en que existan sirenas y brujas que una persona que esté siempre conmigo, que ambos nos amemos y queramos compartir juntos el resto de nuestra vida.

Y me di cuenta tarde de ello. Pero, sin embargo pude levantarme de la caída, cambié mis ideales fantasiosos por lo que aprendes en la calle y pronto mis ambiciones de futuro dejaron ser “encontrar a mi media naranja y estar toda la vida con él” a “me voy a comer el mundo”

Fue un cambio muy importante y estuve viviendo así unos cuantos años. De vez en cuando, encontraba a alguna que otra persona que me atraía, pero que se desvanecía como los demás y lo único que me quedaba de él eran momentos compartidos que no me importaba recordar.

Y entonces ocurrió, lo conocí a él, a la persona que todo la cambió y por quien todo lo di. Junto a su persona viví  momentos únicos e inolvidables, cosas que serán imposibles de repetir y que fueron demasiado especiales para mí.

¿Después de eso que te queda? Has vuelto a darle una oportunidad al amor y otra vez ha fracasado, pero aún así, la vida te ha demostrado que existe un sentimiento llamado amor. Y de este modo me encuentro yo, perdida en mi propia perdición y sin un rumbo que quiera o pueda seguir.

17 de noviembre de 2011

Jamás digas nunca

Y me encuentro totalmente sola, sin nadie en quien apoyarme, y siento que me voy a caer al vacío y no podré salir de ahí. Mis pilares, en los que me apoyaba cuando lo necesitaba, se han evaporado en un abrir y cerrar de ojos y ahora más que nunca te recuerdo entre un mar de lágrimas y rímel corrido de tiempos en los que lo único importante para mí era que haría esa noche.

Ahora veo esas tardes muy vacías y valoro más una hora hablando contigo, de la vida en general, que un día entero rodeada de gente, bebiendo y fumando, cosas que no le llenan de verdad.

Me agarro a las palabras que dijiste, como si mi vida dependiera de ello, pues vivimos de las esperanzas, aunque estas solo aporten sufrimiento. ¿Tus palabras? Jamás digas nunca.

13 de noviembre de 2011

No miento

No te miento, no te oculto la verdad, ni siquiera intento no hacerte daño; simplemente digo las palabras que quieres escuchar, actúo esperando que tú no te enteres de mi secreto a voces.

¿Quieres saber si te quiero? La única verdad es la evidente, pero tú , pequeño bicho, nunca más escucharas tiernas palabras salir de mi boca, no te dejaré que sepas que me refiero a ti, nunca tendrás la total certeza de saber que eres tú la persona que aparece en mis sueños…

Si te das cuenta, he dejado de pronunciar tu nombre.

12 de noviembre de 2011

once del once del once

Recreo la situación, a modo de comedia inverosímil.

Tres amigos sin más, sentados en un bar. Puede parecer una escena normal y corriente, típica de un viernes, pero no lo es. Hoy algo es raro, o por no llamarlo así, extraño, excepcional. No es por el hecho de que sea once del once del once, y puede que pasásemos juntos las once y once de la noche. Es por lo que ocurre allí, al menos fue especial para mí.

Me pregunto, que pensarían las personas que nos viesen, supongo que a simple vista éramos unos adolescentes bebiendo unas cervezas, pero de verdad, yo noté algo más. No había situaciones incómodas, y eso me gustó; no hubo ningún momento triste para mí, aunque ahora me resulte algo raro; no hubo ni siquiera…

Bah! Son simples palabras lo que escribo y puede que mañana se me apetezca contar otra historia. Tan solo decirte que me encantó estar así contigo ¿Lo que más? Tu sonrisa.

9 de noviembre de 2011

Noviembre

Noviembre me resulta muy difícil.

En teoría, es un mes como los demás, el penúltimo del año. El frío empieza  a manifestarse y sacamos nuestros abrigos. Por la noche, en mi gélida cama echo de menos alguien que me abrace, que me haga entra en calor. A la mañana, cuando me levanto y veo todo húmedo, cuando unas botas son tu mejor aliado y un paraguas para dos una alegría inmensa, pienso en ti. Te imagino a mi lado, proporcionándome calor en cada paso que damos juntos, mirándome como si de mí dependiera tu existencia entera, agarrándome de la cintura para que no me fuese, no desapareciese de tu vida… ¿Cómo podría yo voluntariamente querer alejarme de ti?

Por otra parte, es difícil otro invierno lejos de mi ciudad. Aquellos días en los que corría por una calle adoquinada para entrar en el colegio que me había visto crecer, resultan ya muy lejanos y las personas que estaban a mi lado, las amigas que pensé que estarían siempre para lo bueno y para lo malo, parecen haberse olvidado de mí. Justo por noviembre, el año pasado, las cosas empezaron a cambiar. Mis viajes siempre que podía o mi economía lo permitía hacia allí, solo para abrazaros y los momentos de despedida, pertenecen ya al pasado, aunque siga queriéndoos tanto como entonces.

No a solo ellas las he dejado atrás en el último año, también he perdido a muchos que de no ser por el cambio tan grande que di cambiándome de ciudad estaría ahora mismo riéndome con ellos… y entonces TÚ vuelves a mi mente, mi único, mi alegría de vivir, mi esperanza, la razón por la que sigo aquí, mi As de Tréboles. Te quiero. Te quiero muchísimo y nunca me cansaré de decirlo. Ya no son las palabras de una niña de once años, con muchas mariposas en la cabeza. Ahora es presente, es futuro. Las cosas han cambiado bastante, ya apenas te veo y por ahora, solo vivimos lo que nos toca vivir. Espero, que todo siga siendo como hasta ahora, que nunca me abandones. Eres, sin duda mi mejor amigo.

Y tras noviembre vendrá diciembre y luego enero y febrero… los meses se irán sucediendo uno tras otro, el tiempo irá avanzando. Las cosas cambiaran, nosotros maduraremos, iremos dejando cosas atrás, y conociendo nuevas. Todo será como ha sido siempre, y estas palabras que hoy escribo, mañana puede que me resulten equivocadas. Aun así, siempre recordaré noviembre, y con él todas las cosas plasmadas aquí. Fechas que se te quedan grabadas para siempre. Solo una cosa más que decir, algo que pienso de verdad: no se crece con los años, sino con los daños.

8 de noviembre de 2011

Caricias Asecas

Recuerdo aquellos días de abril, tardes de mayo, noches de junio… Parece como si todo hubiese ocurrido ayer, la manera de actuar cuando te conocí, los pasos que juntos dimos, todo lo que hablamos, y lo que no dijimos.

En el fondo, me hace gracia el daño que nos hacíamos, el uno al otro, a nosotros mismos cada vez que hablábamos. Palabras cargadas de sentimientos hacia otra persona, personas a las que debíamos olvidar. Me encantaba, aunque ahora lo veo cruel, esa sensación de vacío contenido por tu presencia, esas lágrimas que callabas con tus miradas. Recuerdo, lo importante que fuiste para mí…

Pero, ¿sabes lo que más recuerdo? Tus caricias. Pueden parecer cosas insignificantes, el roce de tus dedos sobre mi barriga, tus labios rozando contra mis mejillas... Eso que yo nunca pude darte. Ni puedo.

7 de noviembre de 2011

Mis amigos

Miro a mis amigos, pero ya no son las personas que en teoría deberían sacarme el mayor número de sonrisas diarias, las personas con las que en teoría paso los mejores momentos del día… y podría seguir diciendo cosas y más cosas que no hacemos. No, ya no.

La verdad, me dejáis mucho que desear. En vosotros he puesto toda mi confianza y con la mayoría he pasado momentos geniales, pero al parecer, ahora las cosas han cambiado.

Yo no me molesto en echarle las culpas a otro, en buscar un porque un viernes ya no es como era antes, en que el que quedemos juntos, termine con una pelea. ¿Sabéis que pienso? Que la culpa es de todos. Si, mía; pero también tuya.

¿Hago una lista de las personas que me importan, con las que me gustaría pasar horas y horas tan solo hablando? Creo que no hace falta, porque es evidente. Por nuestro por así llamarlo “grupo” han pasado ya muchos, todos recordamos los días con la puta de oro, con Kairi y con la larga escarlata; y sin embargo hemos resistido, ¿no?

Ahora no hay nada. Solo recuerdos de días calurosos, veranos en los que veros las caras todos los días era algo tan esencial como beber agua, viajes en tren o autobús, continuos baños en la playa, matarnos por llegar los primeros a la plataforma de Rota, un tanga envuelto en papel de regalo, piernas que sirven de almohada para tumbarte en el Retiro, arañazos por culpa del Jungle Speed, pintadas fálicas en la espalda de Mario, risas, buenos momentos, felicidad… juntos.

Bah! Supongo que esto no servirá para nada y que todos seguiréis a vuestra puta bola, en tal caso: suerte. Yo voy a seguir guardando la esperanza de volver a estar como antes.

~ No me gusta estar así ~

6 de noviembre de 2011

Mis pecados

Entiendo, y lo digo de corazón aunque me duela, que lo nuestro acabara y que ahora haya que vivir otras historias, que ya no vaya a compartir más que palabras contigo…

Creo que puedo vivir con ello, pero lo que no entiendo es por qué me ignoras, por qué finges que yo no existo, por qué me esquivas siempre que puedes, por qué no podemos ser amigos. ¿Qué te he hecho? ¿Acaso he actuado mal?

Si es pecado haberte amado… Sí, he pecado.
Si es pecado haberte besado… Sí, he pecado.
Si es pecado haberte deseado… Sí, he pecado.
Si es pecado haber imaginado un futuro contigo… Sí, he pecado.

Pero sinceramente, cariño, creo que en el caso de que el paraíso existiese, ninguno de los dos seríamos aceptados allí, y esa decisión la tomamos juntos hace ya tiempo. Al menos, espero que no te arrepientas de eso.

Te veré en el infierno.

4 de noviembre de 2011

Volar

Sin duda alguna, el ser humano se divide en dos diferenciados grupos.

Algunos, aprenden a volar solos, sin necesidad de nadie que le coja de la mano. Supongo que esas personas no tienen miedo a caer al vacío, están muy seguras de sí mismas, o creen que la persona que esté a su lado en ese momento no es importante, tan solo está en el lugar exacto, en el momento perfecto y una persona cualquiera, dispuesta. Si, y así se aprende a volar…

No sé a ciencia cierta que sienten aquellas personas que lo hacen sin una persona especial a su lado, pero yo, que volé por vez primera junto a la persona que por ese entonces era mi vida entera sentí… amor.

¿Por eso me resulta tan difícil reemplazarte? ¿Si nunca hubiésemos tocado juntos el cielo con la punta de los dedos ahora serías tan solo momentos a olvidar? Nunca lo sabré… pero sí tengo claras dos cosas: no me arrepiento y nunca te voy a olvidar.

~Me gustaría pensar que tú piensas lo mismo~