En el momento justo en el que pasé a su lado me pareció como
si el tiempo se parara. De repente, la gente hablaba y se movía más despacio,
como si se tratase de un disco que no está sonando a la velocidad apropiada.
Mientras todo se volvía inusualmente lento, me daba la
sensación de que yo iba demasiado rápido. Estaba muy nerviosa y subiendo esas
escaleras sentía que me iba a caer sin tener un punto donde apoyarme, que iba a
caer en esa realidad que no quería asumir y me esforzaba por evitar.
Evitarnos, eso fue exactamente lo que hicimos. En mi
contexto no estabas tú y en el tuyo no estaba yo. Puede que nunca sepa lo que sentiste ni si
esas palabras iban o no dirigidas a mí.
A veces tan fijamente; otras ni nos miramos